Amor. Una curiosa palabra para designar un sentimiento aun más curioso. Nadie puede saber exactamente que es el amor pero todos nos esforzamos por encontrarlo. Algo maravilloso debe tener para poner tanto empeño en su búsqueda ¿no? Sin duda encontrar a tu media naranja no es una tarea sencilla y mucho menos rápida. Hay personas que pasan años y años, y otras que pasan amores y más amores. Quizás nunca podamos estar seguros de haber encontrado a aquella persona, o quizás al verla a los ojos simplemente sabemos que no habría otra. Las reacciones que provoca estar enamorado, según los científicos, es producto del cerebro. Una simple reacción química que al cabo de varios meses deja de producirse ¿Quiere decir que se acaba el amor? Yo quizás sea una persona lo suficiente negativa para decir irrefutablemente que sí, pero una persona a la que admiro mucho hoy a revocado ese concepto tan negativo que tenía.
Cierto que la reacción química desaparece pero esos sentimientos que se han ido grabando lentamente a fuego en nuestro corazón son mucho más duraderos. Esta claro que no somos todo ciencia y mecánica del cerebro, esta claro que somos mucho más que una máquina. Somos corazón y sentimiento, pura impulsividad emocional que nos hace amar aunque el cerebro deje de realizar esa reacción química inicial. Posiblemente eso es lo que nos diferencie de las máquinas tan prácticas y funcionales, de los animales. No nuestra racionalidad, sino nuestra irracionalidad sentimental. Porque todos debemos estar de acuerdo que el corazón no tiene lógica, ni razón. Ni siquiera reglas precisas, es simplemente un músculo que se encarga de mucho más que bombear la sangre a nuestro cuerpo. Así que si ahora me preguntarais yo respondería sin dudar.
¡No el amor no tiene porque acabarse!